jueves, noviembre 09, 2006

miedo2






me apeteces tanto

que dueles










La esperábamos para comenzar a cenar, cuando la vi entrar en la habitación, mis ojos no podían dejar de seguirla, mi mirada la buscaba, me dio la mano cuando nos presentaron, una mano fuerte y algo tensa, correspondí al saludo imitando mas o menos su manera, al principio, creo que nos observábamos sin querer reconocerlo, de belleza suave, pero con un aire fuerte, distinguido y altivo, no paraba de moverse, se levantaba una y otra vez mientras cenábamos, pensé que algo le pasaba ... conversadora brillante, dominaba el arte de la intuición, seduciéndonos a todos los que estábamos allí, incluso a él, quién más la conocía, la miraba con ojos complacientes, a pesar de habernos advertido, horas antes, que no se le podía dar mucha cancha ..., a mi decididamente me cautivó, y más aún su secreto, algo que se respiraba en el ambiente, y que parecía querer explotar para fluir por cada poro de su piel, ... al fin se sentó, soltó su pelo recogido en un moño alto, y descubrió una larga y rubia melena recogida en una coleta, que movía sin parar en cada gesto ..., en cada movimiento de su cabeza su pelo acariciaba el aire que todos respirábamos.

Estaba deseando que hablara, me intrigaba que ocultaba y que era aquello que la mantenía en ese estado de inquietud ... por fin, de repente dijo:

.- me gusta un hombre, y cada vez que nos vemos, en cada encuentro, cuando nos separamos..., temo que me abandone y no volverle a ver nunca mas . . .


Cuando pronunció estas palabras, su figura delgada y erguida, cambió de postura, colocó sus manos entre sus piernas, y su pelo se derramó a lo largo de sus hombros y comenzó a contarnos la relación que le atormentaba ..., escuchamos todos atentamente, menos él que ya lo debía saber, y mas tarde, reímos y hablamos de hechizos y trucos mágicos para atraer el amor ...cuando alguien dijo:

.- no.

se trata de una “relación sadomasoquista” ..., porque él está sintiendo placer en la distancia.

el siente el placer de la intriga y desconcierto de ella, en cada despedida, en cada desencuentro, ese es el tipo de placer que él busca . . .






...,